Publicado por ICSEB el 17 marzo, 2020
Para responder a esta pregunta hemos de considerar algunos argumentos:
- La Enfermedad COVID-19 es nueva y recién trasferida de una especie animal a los humanos. Por lo que sabemos muy poco sobre ella, tan sólo tiene tres meses y dieciocho días de existencia.
- No nos consta ningún caso de enfermedad del Filum con la COVID-19. Aunque lo más probable es que haya decenas de miles.
- Sabemos que la COVID-19 cursa con un cuadro febril, cefalea, tos seca y en los casos más graves insuficiencia respiratoria por afectación de los pulmones.
- La COVID-19 se comporta parecido a una gripe común, en la mayoría de los casos, un 80% pude pasar desapercibida o con muy pocos síntomas.
Considerando los anteriores argumentos podemos suponer que:
- La COVID-19 puede aumentar el cuadro de cefalea al aumentar la presión intracraneal por el proceso infeccioso y por la tos, como maniobra de Valsava. Agravando la sintomatología de un probable descenso de amígdalas cerebelosas ó síndrome de Arnold-Chiari I.
- La tos de la COVID-19 también puede agravar la sintomatología de una cavidad siringomiélica, de forma parecida como la haría la tos de una gripe común, es decir, por lo general más bien poco.
- La afectación pulmonar de la COVID-19 se puede sumar a la afectación del centro respiratorio en el tronco cerebral, que puede existir en la Enfermedad del Filum. Y también, puede agravar un síndrome restrictivo pulmonar por una Escoliosis idiopática severa. En casos excepcionales
- Más adelante veremos si la COVID-19 afecta a otros órganos como el sistema nervioso, cardiaco u otro. Condicionando el pronóstico de la asociación Enfermedad del Filum y la COVID-19. Por lo observado hasta ahora, es poca o nula la posible afectación de otros órganos por la COVID-19.
- En general la Enfermedad del Filum no supone un aumento de riesgo para la COVID-19.