Última actualización: 04/04/2019, Dr. Miguel B. Royo Salvador, Numero colegiado 10389. Neurocirujano y Neurólogo.
En este apartado tratamos de introducir de forma muy sintética la anatomía normal del sistema nervioso central y con ella la del ligamento que tantas consecuencias puede tener en la salud de nuestros pacientes, para que se puedan comprender mejor las consecuencias que puede tener su enfermedad en los diversos síndromes o patologías de las que nos ocupamos.
El Institut Chiari & Siringomielia & Escoliosis de Barcelona (ICSEB) y su equipo neuroquirúrgico están altamente especializados en las patologías del sistema nervioso central relacionadas con el ligamento del Filum Terminale.
Tal y como han confirmado los hallazgos de las investigaciones de los últimos 50 años del Dr. M. B. Royo Salvador, un Filum Terminale que cause excesiva tracción de la médula espinal, provoca la aparición de la Enfermedad del Filum; por lo que puede ser la causa de un grupo claramente definido de patologías, además de estar estrechamente relacionado con el desarrollo de otros diagnósticos y su pronóstico.
Introducción: El sistema nervioso central y la médula espinal
El sistema nervioso central (Fig.1) o neuroeje consiste en dos partes:
El encéfalo se divide en: cerebro, cerebelo y tronco encefálico.
El cerebro y la médula espinal están envueltos y protegidos por tres membranas o meninges, de dentro a fuera: piamadre, aracnoides y duramadre, que determinan dos espacios intermedios: el espacio intraaracnoideo o subaracnoideo que contiene el líquido cefalorraquídeo (LCR), con la función de amortiguar, proteger, hidratar, nutrir y drenar el sistema nervioso central; y el espacio subdural, por debajo de la duramadre.
El tronco encefálico conecta el encéfalo, y el cerebelo con la médula espinal. Se compone de mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo.
La médula espinal se extiende desde el bulbo raquídeo en el foramen magnum del cráneo hasta la primera vértebra lumbar. Es flexible, elástica y de color blanquecino. Sigue a la columna vertebral adaptándose a sus movimientos, sin entrar en contacto con los huesos -al estar envuelta por las meninges y el LCR-.
En un corte transversal de la médula, observamos la sustancia gris a nivel central con dos columnas laterales unidas por una comisura gris que tiene en su centro el conducto del epéndimo (continuación medular del sistema ventricular encefálico), confiriéndole el aspecto de mariposa o en “H”, rodeada de sustancia blanca.
Longitudinalmente la médula espinal se divide en segmentos medulares definidos, denominados metámeras. De cada metámera emerge una pareja de nervios espinales, por los foramen intervertebrales. La médula espinal se conecta con el sistema nervioso periférico mediante 31/33 pares de nervios espinales.
A nivel lumbar la médula espinal se restringe a la presencia del cono medular. En los tratados de Anatomía Humana y la mayoría de publicaciones ubican al cono medular en las inmediaciones del espacio intervertebral L1-2. En estudios realizados en España, con peculiaridades étnicas, el nivel del cono medular determinado por dos autores con publicaciones relevantes, lo ubican a nivel D12-L1.
El complejo de las raíces nerviosas espinales que corresponden a los últimos cuatro segmentos lumbares, sacrales y coxígeos, sin médula, componen la cauda equina o cola de caballo, asumiendo una disposición semejante a una cola de caballo.
El sistema nervioso central comienza a formarse durante la tercera semana de gestación. Este proceso (neurulación) lleva a la constitución del tubo neural, que a su vez, a través de la tunelización, forma el cono medular y el ventrículo terminal, dando origen a la primitiva médula espinal.
Por último, a los 38 días de gestación, se produce la diferenciación retrógrada y se forma el filum terminale. A partir de la novena semana del embrión humano se inicia un crecimiento disarmónico entre la columna vertebral y la médula espinal, estimulado su crecimento por dos hormonas distintas y frenado por la textura del Filum terminale. Generándose un conflicto mecánico que se traducirá, en los casos extremos, en las manifestaciones de la Enfermedad del Filum.
El filum terminale (Fig.2-3) es un filamento de 2 mm. de espesor y unos 20 cm. de largo, que se extiende desde la extremidad inferior del cono medular hasta la cara dorsal del coxis, donde se fija manteniéndose in situ. Está formado por tejido fibroso que se continúa con el de la piamadre y está envuelto por la duramadre hasta su inserción en S2. Adheridos a su superficie externa, existen algunos filamentos nerviosos.
El canal ependimario central de la médula espinal se extiende 5-6 cm. en el interior del filum terminale.
El ligamento se compone de dos partes, una superior y otra inferior:
Lunes a Jueves: 9-18h (UTC +1)
Viernes: 9-15h (UTC +1)
Sábado y domingo: cerrado
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